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Rosquillas de Anís

Hoy os traigo una receta de las de siempre: están muy bien los bizcochos, tartas y postres innovadores, pero qué queréis que os diga, a mí al final me encantan las cosas tradicionales y donde estén los dulces que hacían nuestras abuelas que se quiten los macarons, los gofres y los cupcakes! jajaja
¿Es verdad o no? Por eso, hoy recupero una de esas recetas que han estado y estarán presentes en nuestras casas… las clásicas rosquillas de anís!!!! Ricas, no, lo siguiente… y tan fáciles que podréis hacerlas hasta con los niños, como hice yo 🙂

En mi casa las hacía mi abuela y también mi madre. Recuerdo ese olor que desprendían por toda la casa… una mezcla entre aceite y anís…. hay olores que me llevan directamente a mi infancia y no sabéis cómo me gusta! Qué tendrá el olfato para transportarnos más allá de nuestra memoria… me parece un milagro, de verdad!

Las hicimos hace unos días, en una tarde de carnaval lluviosa y casera, en la que decidimos no tener plan y hacer algo con mis hijos y sobrinos pequeños… creo que no hay plan mejor para una tarde así que remangarse y ponerse a trabajar en la cocina, así que así terminó la cosa…

Mientras los niños veían una peli de video, yo me dediqué a preparar la masa… la dejamos reposar media horita y después los llamé para que me viniesen a ayudar a formar las rosquillas… la parte más divertida del plan, sin lugar a dudas!!!!

Inmediatamente se unió al plan mi marido, que también se afanó en conseguir unas rosquillas bien hechas… y a arreglar un poco las que no pasaban el «control de calidad» de los pequeños…. jejeje

Ingredientes:

♥ 2 huevos
♥ 200 ml de leche
♥ 200 gr de azúcar
♥ 100 ml de aceite de girasol (yo utilicé de oliva suave y quedaron perfectas!)
♥ 100 ml de anís
♥ Ralladura de medio limón o cucharadita de esencia de limón
♥ 1 sobre de levadura Royal
♥ 600 gr de harina de repostería
♥ Azúcar glass para decorar

Papel de horno
Papel absorvente
Sartén y aceite para freirlas

Modo de hacerlas:

Mezclamos con batidora de varillas los huevos, el azúcar y la leche

Añadimos el anís y la ralladura de limón y mezclamos

Juntamos la harina y la levadura

Mezclamos todo, añadiendo poco a poco la harina

Cuando no se pueda batir, amasamos a mano hasta que consigamos una masa homogénea

Dejamos reposar en un bol, tapada con un trapo, durante 30 minutos

Transcurrido ese tiempo, cogemos un poco de masa, hacemos un «churrito» con las manos y juntamos los extremos. Vamos poniendo nuestras rosquillas sobre un papel de horno a la espera de freírlas.
Calentamos el aceite y empezamos a freír las rosquillas. Sin separarnos del fuego porque se queman con facilidad. A medida que se doren por los dos lados las sacamos y dejamos escurrir en un papel de horno.
Espolvoreamos con azúcar glass.

Solo nos queda dejar que enfríen y disfrutar de ellas…. quedan superesponjosas y deliciosas… ya veis que son facilísimas de hacer, ¿o no?

¿Os animáis a hacerlas en casa?
Hasta el jueves 🙂

7 comentarios en “Rosquillas de Anís

  1. Tienes toda la razón, no hay nada como una receta tradicional de unas buenas rosquillas. Me encantan y a ti te han quedado de lujo.Un besito desde Las Palmas!

  2. ¡Mi madre qué miga! no se si es la hora pero estoy salivando , también me encantan las recetas tradicionales, un besote gordo

  3. Estoy totalmente de acuerdo donde estén estos dulces tradicionales y de siempre que se quiten todos los demás! estas rosquillas son una perdición, imposible comerse solo una! bicos

  4. Sin duda las recetas que siempre triunfan son las de toda la vida, las de nuestras abuelinas. Besines.

  5. Que buena pinta!! Mi padre solía hacer pero no eran como éstas, eran más compactas. Me apunto la receta que seguro que caen. Gracias!!!

  6. asj dice:

    Pero qué buena pinta y las recetas que pasan de generación en generación me encantan. Me llevo un par al cole jejejebesos

  7. Ohhhh, las rosquillas son uno de los recuerdos que tengo de mi infancia que perviven con una intensidad tremenda en mi cabeza. Las hacían mis dos abuelas en el pueblo y recuerdo verlas freír en aceite, el olor, mis primos jugando por ahí…Cuando me dijeron que era celiaca te aseguro que ha sido una de las cosas que peor he llevado de no poder comer, porque las cosas como son, aunque las he probado sin gluten, no tienen nada que ver.Un besote grande grande

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